También llamado Techo Vivo, o Techo Verde. Resumidamente, se trata de implantación de vegetación (que puede ser simplemente un césped, o algo más diversificado) sobre una azotea o techo. Esta puede ser un piso, una lámina de argamasa armada o una estructura de madera o bambu. De todos modos, debe siempre ser correctamente dimensionada, tener una buena impermeabilización y un drenaje eficiente.

El techo verde es una manera simple y eficaz de mejorar la performance ambiental de cualquier edificación, pues sus ventajas son múltiples:

• aumenta el aislamiento térmico con relación a la radiación solar, lo que se reduce la temperatura interna;


• disminuye la necesidad de aire acondicionado (o calefacción en los climas frios); reduce el efecto “isla de calor” de la edificación, lo que colabora en la reducción de temperatura de la ciudad alrededor;


• retiene agua cuando hay grandes precipitaciones de lluvias, ayudando a disminuir la sobrecarga en las redes pluviales y en los cuerpos de agua receptores;


• ayuda a filtrar partículas y oxigenar el aire, manteniendo su calidad;